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El blog a donde va a parar todo que no tiene cabida en el resto de mis blogs
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Sí, estoy divagando. No me lo tengan en cuenta
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La SISU sigue empeñada en hacer de este mundo un lugar más feliz. Para establecer una lista de prioridades, ha hecho una encuesta entre los infelices del mundo de la que se desprende que una amplia mayoría considera que estar enamorado es una mierda (por supuesto que hubo enamorados que no opinaban así, pero se trata de individuos correspondidos y emparejados, así que su nivel de felicidad excede el umbral marcado por la encuesta y han sido excluídos del espacio muestral)
Por tanto, la SISU recomienda acabar con la costumbre de denominar al 14 de Febrero Día de los Enamorados. Pero ya que suprimir dicha festividad tendría catastróficas consecuencias para los ingresos de los empresarios (y por tanto para la conservación de la cantidad de felicidad global, prioridad de la SISU) propone un simple cambio de nomenclatura: el año que viene el día de San Valentín debería llevar una denominación mucho menos dolorosa que Día de los Enamorados
La propuesta no definitiva que barajan los expertos es que el día 14 de Febrero se celebre el Día de los Trocitos de Bambú Debajo de las Uñas
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Quién iba a decir que, casi tres años después, volvería a sentir el dibujo de una mariquita como algo cercano
El tiempo es circular. Y el espacio. Y yo también lo soy
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La Asociación por la Desaparición de EmeA en el Mundo (ADEM) se complace en anunciar que los últimos estudios realizados demuestran que la cantidad total de EmeA en el mundo es cinco kilogramos inferior a la cantidad de EmeA que había hace dos semanas
La ADEM espera que esta tendencia prosiga en próximos meses, con lo cual el objetivo último de la Asociación, la Desaparición de todo el EmeA del Mundo podría lograrse antes de fin de año
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Sigo recopilando algunos de mis textos dispersos a lo largo de la red. Éste lo escribí para Cosas de Frikis
Seguro que todos habeis oído la sentencia "El 90% de todo es basura". Es la ley de Sturgeon, enunciada por un tipo apellidado Sturgeon (cómo no) y llamado Theodore (también podían haberla llamado Ley de Teo, pero hubiera sonado poco serio). Bueno, el caso es que yo venía a anarrosearos un fragmento de una entrevista concedida por Teo a la revista Omni en Julio de 1980 en que el autor nos cuenta el origen de su ley (la traducción es de Alejo Cuervo):
«Fue en una conversación de SF, en los años 50; fui incluido en una mesa redonda con otras personas para hablar sobre literatura de SF y todo eso. Y había un tipo en la mesa, no recuerdo quién, que estaba por allí recogiendo libros, se los llevó a su cuarto y pasó la noche entera leyéndolos. A la mañana siguiente la mesa se reunió, y él vino con todos esos libros llenos de tiras de papel asomando entre las páginas. Bien, se dedicó a leer los pasajes marcados durante media hora. ¡Y eran las cosas más espantosas que jamás hubiera usted oído! ¡Horrible! ¡Simplemente horrible! La gente se revolcaba por los suelos. Y cuando acabó se dirigió hacia mí y me dijo: "Señor Sturgeon, el noventa por ciento de toda esta SF es basura". Yo sólo le miré y contesté: "Bien, el noventa por ciento de todo es basura". Poco sabía yo que llegaría a ser una ley.»
¿A dónde quiero llegar con esto? Que un friki dijo en un foro (o su equivalente hace cincuenta años) la primera chorrada que se le ocurrió (no es un razonamiento, no son datos... solamente es una frase chistosa) para ganar una discusión. Vamos, más o menos lo que hacemos todos nosotros casi a diario. La única diferencia es que esa chorrada fue repetida más tarde por otros frikis, elevada a la categoría de ley y bautizada con el apellido de Teo. Total, que ahora todos los frikis que debaten en foros saben su nombre, aunque no hayan leído nada suyo (bah, un tipo tan cantamañanas como para llamar a su libro de greatest hits "Caviar" no debe de tener nada demasiado recomendable. Sí, damas y caballeros: Sturgeon logró fama y reconocimiento entre sus iguales, lo que un friki más ansía
Después de leer esta bonita historia, ¿no os apetece poneros a debatir ahora mismo, a ver si os suena por casualidad la flauta de las frases míticas?
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"Llega un momento en que te das cuenta de que por más que sigas esperando en la parada el autobús no va a venir, y lo mejor que puedes hacer es echar a andar". ---Alguien sabio
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Otro de los grandes enigmas de la humanidad con los que pierdo el tiempo: ¿qué pasaría si una fuerza imparable se encontrara con un objeto inamovible?
De existir un objeto inamovible, por definición, no se puede mover. En todo el universo al que pertenece (podría haber dicho espacio muestral, o ámbito experimental, pero universo es más espectacular) no hay ninguna fuerza capaz de hacer que se desplace
Asimismo, una fuerza imparable, por definición, no se puede detener. No hay objeto en todo su universo que pueda parar su empuje
Por tanto, la única forma de que existan simultaneamente un objeto inamovible y una fuerza imparable es que pertenezcan a dos universos distintos. Y, por tanto, nunca se producirá el encuentro entre ambos
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Otro post que escribí para un blog ajeno, en este caso Quédate a Dormir
Buenos días, niños y niñas, visitantes de Quédate a Dormir y almas perdidas a las que Google ha traído aquí por error. Hoy quería hablaros de una película que me han hecho ver hoy y que me ha trau-ma-ti-za-do como pocas películas antes lo habían conseguido. Se trata de "Tienes un e-mail".
Y éste es el momento en que si hay alguien que no haya visto la película y tenga intención de hacerlo alguna vez (también son ganas) tiene que parar de leer, porque voy a destripar todo el argumento. Estais advertidos.
Esta película es un perfecto manual de cómo NO tienen que comportarse las mujeres en sus relaciones por internet (este post está dedicado a ellas por cuestión de estilo, pero también podría aplicarse a los chicos en muchas ocasiones). Para situaros: el papel de la idiota prototípica lo interpreta Meg Ryan (lo de idiota lo lleva escrito en la cara incluso antes de que le pase nada), mientras que el fucker que intenta seducirla es Tom Hanks (en cambio, lo de fucker lo cuenta el guión... la cara de palo constante que luce el colega no permite adivinar sus intenciones).
Primer error: Meg Ryan se conecta a internet, algo que nunca, nunca se debe hacer. Pero como ya es tarde para aplicaros este consejo a todas vosotras, pasaremos este punto por alto.
Segundo error: Conoce a un hombre en un chat. Por favor, ¿qué clase de tíos esperas encontrar en un chat, tía mema? ¡Los deshechos que nadie quiere! ¡Tipos cuyas taras físicas y/o psicológicas les impiden encontrar mujeres en la vida real!
Tercer error: Se escribe con él regularmente, y se ilusiona. ¡No, tonta, no! ¡No lo hagas! ¡Te está diciendo lo que quieres oir! ¿No lo sabías? ¡La gente en internet MIENTE!
Cuarto error: La muy estúpida queda con él. ¡Sí, queda con él! ¡Y a solas! ¿Es que esta gilipollas no ha oído hablar de las redes de trata de blancas?
Quinto error: En la cita ella le espera a él. ¡Muy mal! Si has cometido la tontería de quedar con un desconocido, el procedimiento estándar es:
1) Llegar tarde. Si cuando llegas él todavía no está ahí, date una vuelta y llega aún más tarde.
2) Cuando el tío ha llegado, se le observa desde lejos.
3a) Si tiene mala pinta, a salir por patas.
3b) Si tiene buena pinta, antes de acercarte a su campo visual, se le saca una foto que se entrega a una persona de confianza para poder identificar al desconocido en caso de desaparición (tú estarás muerta igual, pero al menos lograrás sacarlo de las calles para que no siga engañando a más bobas como tú).
Sexto error: ¡No te arrastres! ¡Si el tipo misterioso no ha acudido a la cita, que le den por el culo! ¡No te merece, ten un poco más de orgullo!
Séptimo error: ¿A estas alturas de la película aún no te has dado cuenta de que Tom Hanks (por cierto, el cabrón que ha hundido la tienda de tu familia y te ha dejado en el paro) se dedica a sacarte información por internet para saber cómo seducirte en la vida real? Parecías tonta, pero no: eres MUY tonta. ¡Se cita a sí mismo! ¡Retoma en persona los mismos temas que ya ha tratado por email!
Octavo error: Cuando el fucker (completamente seguro de su triunfo) se muestra a cara descubierta a la muy lela, ésta cae rendida en sus brazos, en vez de darle una patada en sus partes blandas por estar mintiendole a la cara y por escrito durante meses. ¿Sabes lo que te digo, Meg? Que te mereces todo lo malo que te pase después de los títulos de crédito, bonita. Si es que no hacemos carrera de ti...
Y con esto creo que ya vale por hoy. Espero que este pequeño repaso os sirva para que no cometais los mismos errores que Meg Ryan... o que las niñas de este blog, que han acabado juntandose demasiado a menudo (es decir, más de una vez al año) con impresentables como yo. ¡Salvaos mientras esteis a tiempo!
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Además de en mis blogs propios o grupales a veces escribo cosas para otra gente. El texto que viene a continuación lo escribí el pasado verano para una de mis niñas favoritas: Lorzagirl
-Oye, Eme.
-Dime, Lorz.
-¿Por qué no me escribes un post para mi blog?
-¿Y por qué tendría que hacerlo?
-Jo, yo te escribí un post.
-No me escribiste un post a mí, lo escribiste para mis lectores.
-¿Cuela como regalo de aniversario del blog?
-¿Eso quiere decir que lo tendría que escribir mañana como muy tarde?
-Y que sea largo, nada de dos líneas y una imagen como sueles hacer tú.
-Sigh.
Buenos días, me llamo Eme A. Tal vez me recuerden de otros blogs como ADLO! Novelti Librari o Cosas de Frikis. Me encuentro hoy ante ustedes con el objeto de dar a conocer mis experiencias con este ente, Lorzagirl, y de la red de mentiras y manipulación que ha tejido a su alrededor.
Consiguió engañarme ya en nuestro primer encuentro en la red: Lorzagirl (si es que ése es su verdadero nombre) entró a mi blog fingiendo ser una indefensa y desorientada chiquilla que había llegado por casualidad a ADLO! cuando la realidad era (como descubrí más tarde, leyendo sus archivos) que llevaba meses espiándome en secreto, esperando el momento oportuno para dar su golpe. En la incursión de la que estoy hablando dejó un enlace-trampa que me hizo caer en su blog, de tal forma que no tuve más remedio que leermelo entero de una sentada.
A partir de entonces no podía parar, tenía que volver a por mi dosis diaria de Lorzagirl. ¿Quién podía resistirse a esos divertidos relatos de maltrato de ancianas? ¿A esas promesas de fotos de pechos? ¿A esos anuncios solicitando intercambio de fluidos? Con la perspectiva que da el tiempo me doy cuenta de que nada de lo anterior pudo haber salido de la cabeza de esta muchacha, sus ingeniosos trocitos de vida cotidiana seguramente serían fruto de la labor de un talentoso negro o (peor aún) algún plagio/adaptación del weblog de alguna desdichada cajera de supermercado londinense. Pero yo no lo sabía cuando, deslumbrado por el más acertado análisis de V de Vendetta que he leído jamás, cometí el error de mi vida: le dije que se casara conmigo.
No tardé en darme cuenta de mi error: se trataba de una mujer entrada en años, poseedora de un físico discreto (siendo generosos) y sin un mal novio que echarse a la boca; es decir, desesperada. Así que no tardó en presentarse en un acto cultural al que sabía que yo asistiría, vestida de novia (¡con ramo y todo!) y llamándome a gritos. Afortunadamente en eventos multitudinarios me gusta sentarme al lado de la salida de emergencia, así que pude escapar vivo (y soltero) de aquel lugar.
Este fracaso volvió mucho más cuidadosa a la titular de este weblog, y conchabada con sus dos esbirros (a los que se refiere como Hermano Mediano y Hermano Pequeño; también dudo que sean sus nombres auténticos, pero no lo he investigado en profundidad) inventó una serie de excusas que hicieron que me volviera a confiar: que el traje de novia era solo un disfraz de Kill Bill, que ella tenía novio otra vez y era muy muy feliz, que me quería solo por mi cerebro... así que quedamos a tomar un chocolate. En un lugar público. Muy público. ¡Con cuanta más gente mejor! Ese día descubrí con horror una de las razones que le habían llevado a acosarme e intentar derribarme durante varios meses: éramos vecinos, y le venía bien tener conocidos en el barrio en cuya casa refugiarse en caso de que la policía apareciera para investigar la desaparición de aquellas cinco ancianitas, clientas del mismo supermercado (entonces eran cinco, el número ya ha subido a siete).
Ha pasado más de medio año desde la primera vez que leí su maldito nombre, y esta... cosa (a falta de una palabra mejor) se ha incrustado en mi vida de tal forma que veo cada vez más difícil deshacerme de ella. Creo que acabaré necesitando ayuda profesional, un fumigador de jardines o directamente Control de Plagas... pero no inmediatamente. El caso es que estoy desarrollando un cierto síndrome de Estocolmo hacia ella (al menos estoy casi seguro de que es de género femenino). Y además, en verano tampoco hay nada interesante en la tele. Puedo aguantar unos mesecitos más teniendola en mi vida. O añitos. O, como suele decirse, hasta que las mudanzas nos separen.
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Estaba escuchando Compañeros de Viaje, directo de Loquillo y Trogloditas (uno de ellos... cuando salió A Por Ellos que son Pocos y Cobardes creí que sería el directo definitivo de Loquillo, pero ya llevo comprados tres y todos igual de imprescindibles) cuando casi al final del segundo CD algo me llamó la atención tanto que me sacó de la escucha por completo
Loquillo anuncia un invitado para cantar a dúo la penúltima canción: directamente desde Vallecas, Juan Ramón "Ramoncín". Y el público se vuelve loco: "¡Ramón!, ¡Ramón!, ¡Ramón!..." ¿Qué ha pasado desde la grabación para que la imagen pública de este hombre pasara de ídolo de rock a blanco de tomatazos, tanto reales como figurados? ¿Cuándo se torció la cosa? El disco es reciente, ¿no? Miro la carátula del CD: 1997. Diez años. Jo, sí que ha llovido, y al empezar a sonar me parecía grabado ayer
El tiempo lleva un par de semanas empeñado en que me dé cuenta de lo rápido que se me escapa
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Copio de Jesús Cuadrado el listado de libros publicados por Orbis en su colección de ciencia-ficción entre 1985 y 1987. Dos asteriscos significa que tengo el libro, un asterisco que lo tengo pero en otra edición
El fin de la Eternidad (Isaac Asimov; núm.1)**
2001, una odisea espacial (Arthur C. Clarke; núm.2)**
Tropas del Espacio (Robert A. Heinlein; núm.3)**
Estación de tránsito (Clifford D. Simak; núm.4)**
Mundo Anillo (Larry Niven; núm.5)*
El planeta de los simios (Pierre Boulle; núm.6)*
El Sol desnudo (Isaac Asimov; núm.7)**
Fahrenheit 451 (Ray Bradbury; núm.8)*
Marciano, vete a casa (Fredric Brown; núm.9)**
Visiones peligrosas (Harlan Ellison; núms.10, 11, 12)
Bóvedas de acero (Isaac Asimov; núm.13)**
Un caso de conciencia (James Blish; núm.14)
Un mundo feliz (Aldous Huxley; núm.15)*
Empotrados (Ian Watson; núm.16)
Ubik (Philip K. Dick; núm.17)*
Tú, el inmortal (Roger Zelazny; núm.18)
Crónicas del Gran Tiempo (Fritz Leiber; núm.19)
Los amantes (Philip José Farmer; núm.20)
El mundo interior (Robert Silverberg; núm.21)
Ojo en el cielo (Philip K. Dick; núm.22)
Metrópolis (Thea Von Harbou; núm.23)**
Flores para Algernon (Daniel Keyes; núm.24)
Periplo nocturno (Bob Shaw; núm.25)
La persistencia de la visión (John Varley; núm.26)
Antología de Ciencia Ficción (antólogo, Damond Knight; núm.27)
Paradoja perdida, y otros doce grandes cuentos de Ciencia Ficción (Fredric Brown; núm.28)
El Hombre del Bicentenario (Isaac Asimov; núm.29)*
Más oscuro de lo que pensáis (Jack Williamson; núm.30)
Lo mejor de “Fantasy & Science Fiction” (antólogo, Edward L. Ferman; núms.31, 32, 33)
Relaciones extrañas (Philip José Farmer; núm.34)
Computer Connection (Alfred Bester; núm.35)
La paja en el ojo de Dios (Larry Niven / Jerry Pournelle; núm.36, 37)
Venus más X (Theodore Sturgeon; núm.38)
A la sombra de los bárbaros (Eduardo Goligorsky; núm.39)
Guardianes del Tiempo (Poul Anderson; núm.40)*
El hombre que cayó a la Tierra (Walter Tevis; núm.41)
A cabeza descalza (Brian W. Aldiss; núm.42)
¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio! (Harry Harrison; núm.43)
Mecanoscrito del segundo origen (Manuel De Pedrolo; núm.44)
Más verde de lo que creéis (Ward Moore; núm.45)
Lo mejor de la Ciencia Ficción del siglo XIX (antólogo, Isaac Asimov; núms.46, 47)
La Edad de Oro de la Ciencia Ficción (antólogo, Isaac Asimov; núms.48, 49, 50, 51)
Amos de títeres (Robert A. Heinlein; núm.52)
¡Tigre! ¡Tigre! (Alfred Bester; núm.53)
El año del Sol tranquilo (Wilson Tucker; núm.54)
Infierno (Fred Hoyle / Geoffrey Hoyle; núm.55)
Lo mejor de la Ciencia Ficción española (antólogo, Domingo Santos; núm.56)
Lo mejor de la Ciencia Ficción latinoamericana (antólogos, Bernard Goorden / A.E. Van Voth; núm.57)
Antología de novelas de Anticipación (varios autores; núms.58, 59, 60)
Los robots (Isaac Asimov; núm.61)*
Lo mejor de la Ciencia Ficción soviética (antólogo, Domingo Santos; núms.62, 63, 64)
Lágrimas de luz (Rafael Marín Trechera; núm.65)**
Forastero en tierra extraña (Robert A. Heinlein; núm.66-67)
El último castillo / Hombres y dragones (Jack Vance; núm.68)
Viaje a un planeta Wu-Wei (Gabriel Bermúdez Castillo; núm.69-70)
Palomas del Espacio (Raphael A. Lafferty; núm.70)
El paisaje interior: Niño en tinieblas / Las voces del Tiempo / Peligro: ¡Religión! (Merwyn Peake / J.G. Ballard / Brian W. Aldiss; núm.71)
Planeta de exilio (Ursula K. LeGuin; núm.72)
La Legión del Espacio (Jack Williamson; núm.73)
Candy Man (Vincent King; núm.74)
Más allá del Planeta Silencioso (Clive S. Lewis; núm.75)
Perelandra (Clive S. Lewis; núms.76)
Trilogía de Ransom (Clive S. Lewis; núms.77, 78, 79)
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Philip K. Dick; núm.80)*
Alas nocturnas (Robert Silverberg; núm.81)
Universo de locos (Fredric Brown; núm.82)
Llegada a Easterwine (Raphael A. Lafferty; núm.83)
No lejos de la Tierra (Domingo Santos; núm.84)
Los mejores relatos de Ciencia Ficción (antólogo, Michael Ashley; continente de La era de Campbell, La era del cambio, La era de los clásicos; núms.85, 86, 87, 88)
La Ciencia Ficción de Julio Verne (continente de Un descubrimiento prodigioso; Gil Braltar; En el siglo XXIX; Frritt-Flacc; Un Expreso del Futuro; El eterno Adán; Jules Verne; núm.89)
Trafalgar (Angelica Gorodischer; núm.90)
El Señor de la Rueda (Gabriel Bermúdez Castillo; núm.91)
Los siervos de Isssco (Guillermo Solana Alonso: núm.92)
Señor de la Luz (Roger Zelazny; núm.93)
Historia del Futuro (Robert A. Heinlein; núms.94, 95, 96, 97)
El hombre en el castillo (Philip K. Dick; núm.98)*
La Ciencia-Ficción de H.G. Wells (H.G. Wells; núms.99, 100)
Un balance lamentable: me quedan 81 libros por conseguir. Supongo que eso significa que no soy tan mayor
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